viernes, 17 de noviembre de 2017

PADRES PERMISIVOS. CARACTERISTICAS Y CONSECUENCIAS



Una familia permisiva es aquella que se caracteriza por ser sobreprotectora, poco exigente y extremadamente abocada a cumplir todos y cada uno de los deseos de los hijos.

Generalmente, los padres permisivos tienen dificultades por negar cosas a sus hijos, bien sea por temor a perder su cariño, o por considerar negativo convertirse en un referente de disciplina.

Estas actitudes permisivas tienden a generar en los hijos dificultades en su vida adulta. En algunos casos pueden desarrollar personalidades débiles, con poca disposición a reconocer sus propias fallas y con manifestaciones conflictivas con relación a sus entornos.

Sin embargo, no todas las características de las familias permisivas son negativas. Algunos estudiosos han rescatado como elemento positivo, por ejemplo, el hecho de dar importancia a las inquietudes de los hijos, y también establecen que los hijos pueden sentirse capaces si sienten la confianza de poder cumplir con sus objetivos.

Asimismo, también se resalta la importancia de complementar esa generación de autoconfianza con la comprensión de que es natural que existan objetivos inaccesibles, y que el hecho de vivir en sociedad implica que se debe aprender a convivir con otras personas con maneras de pensar distintas.

Características de las familias permisivas

Ceden ante todo

Los padres de una familia permisiva suelen complacer todas las exigencias de los hijos, sin importar si es conveniente o no cumplir con dichos deseos.

En muchos casos, la motivación de complacer a los hijos viene como consecuencia de evitar situaciones conflictivas o incómodas, o de querer generar un espacio absolutamente protegido.

No exigen responsabilidades

Los padres permisivos no asignan ningún tipo de responsabilidad a sus hijos. Esta ausencia de responsabilidades incluye tanto el ámbito personal como familiar.

Entonces, los hijos asumen que no tienen obligaciones ante ningún escenario ni ante otras personas, debido a que nunca han tenido la necesidad de cumplir con compromisos impuestos por sus protectores.

Justifican el mal comportamiento

Cuando los hijos actúan de mala manera, reaccionan con groserías o proceden con soberbia, los padres permisivos tienden a justificar este tipo de actitudes.

Los padres permisivos pueden justificar dichos comportamientos argumentando cualquier excusa, que puede ir desde el estado de ánimo temporal del hijo, hasta reconocer que tenía razones concretas para la mala conducta manifestada.

No ejercen disciplina

Los padres permisivos no desean ser vistos por sus hijos como figuras de autoridad. Por lo tanto, no los disciplinan correctamente, e incluso pueden llegar a mantener una relación de sumisión, sometiéndose a los deseos de sus hijos.

Una tendencia de los padres permisivos es evitar llamar la atención de los hijos cuando éstos presentan un mal comportamiento; en vez de eso, permiten dicho comportamiento.

Aspectos positivos de las familias permisivas

Brindan apoyo emocional

Una de las características de las familias permisivas es que brindan apoyo emocional a sus hijos. Generan empatía con las inquietudes y preocupaciones de los hijos, y tratan de ser un soporte en este sentido.

Puede considerarse un elemento positivo querer generar las mejores condiciones de vida para los hijos, y parte de este deseo implica reconocer sus emociones y comprender sus sentimientos.

Toman en cuenta las aspiraciones de los hijos

Dado que los padres permisivos desean lo mejor para sus hijos, dan mucha importancia a conocer sus anhelos, y a actuar en función de que ellos puedan cumplir con dichos anhelos.

Los padres permisivos desean conocer los deseos y las aspiraciones de sus hijos, entenderlas y permitir que puedan vivir esas experiencias que tanto ansían.

Los hijos pueden tener alta autoestima

Algunos estudios han arrojado que los hijos de familias permisivas pueden desarrollar bastante confianza en ellos mismos y, por ende, una alta autoestima.

Dado que los padres se vuelcan en reconocer los sentimientos de sus hijos, éstos crecen considerando que sus inquietudes son importantes, por lo que pueden llegar a tener una buena imagen de sí mismos.


Consecuencias en los hijos de familias permisivas

Actitud egoísta

Los padres permisivos permiten que los hijos hagan todo aquello que desean, sin ningún tipo de filtro. Por ello, los hijos tienden a dar más importancia a sus propios intereses que a los de las personas que les rodean.

Al haber sido criados por un entorno que superpone sus deseos por encima de los del resto de las personas, los hijos de padres permisivos aprenden a enfatizar sus propias necesidades y actuar en función de éstas.

Baja tolerancia

Los hijos de familias permisivas están acostumbrados a obtener lo que quieren. Por lo tanto, cuando se encuentran con personas que piensan distinto a ellos, o con situaciones que contradicen aquello que ellos piensan, muestran muy poca tolerancia.

En general, demuestran muy poco reconocimiento hacia las otras personas, especialmente si piensan distinto.

Poca resistencia a la frustración

Los hijos de padres permisivos crecen con la idea de que siempre podrán lograr sus objetivos, sean cuales sean. Por lo tanto, suelen mostrar muy poco autocontrol cuando no consiguen alguna meta trazada.

Se frustran muy fácilmente, no son capaces de aceptar equivocaciones o escenarios adversos, y terminan generando situaciones conflictivas.

Dificultad para seguir reglas

Dado que siempre han hecho lo que han querido, los hijos de familias permisivas suelen tener dificultad para seguir reglas.

Éstas son personas que se han acostumbrado a que están totalmente al margen de cualquier regulación. No deben rendir cuentas de sus actos; por lo tanto, pueden hacer lo que les plazca.

Cuando los hijos de padres permisivos se encuentran con un entorno que les exige seguir ciertas reglas, como el ámbito académico o laboral, tienden a presentar dificultades para seguir las normas.

Pueden presentar actitudes violentas

En ocasiones, los hijos de familias permisivas terminan manifestándose de forma violenta ante las personas que les rodean.

Dado que tienen poca resistencia a la frustración y están acostumbrados a que se cumplan sus deseos de forma sostenida, pueden responder violentamente, como consecuencia del poco autocontrol que suelen tener.

Esperan que otro solucione sus problemas

En las familias permisivas se acostumbra a los hijos a no resolver sus propios problemas. Los padres son totalmente protectores, y resuelven cada complicación que surge en la vida de los hijos.

Como consecuencia de esto, los hijos suelen esperar esta actitud de todas las personas que les rodean, lo que puede generar relaciones interpersonales dependientes y conflictivas.

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