El trabajo en equipo se define como la unión de
dos o más personas organizadas de una forma determinada, las cuales
cooperan para lograr un fin común que es la ejecución de un proyecto.
Nace como una necesidad de tener relaciones con
otras personas y de complementariedad para lograr retos que no se alcanzarían
individualmente. Se origina también de la idea de agilizar y mejorar algunas
condiciones que obstaculizan el desarrollo de tareas diarias y la consecución
de objetivos en las organizaciones.
Cuando se
trabaja en equipo, se aúnan las aptitudes de los miembros y se potencian sus
esfuerzos, disminuye el tiempo invertido en las labores y aumenta la eficacia
de los resultados.
Un grupo de
personas se transforma en equipo en la medida en que alcanza cohesión.
Para ello se han de crear lazos de atracción interpersonal, fijar una
serie de normas que dirijan el comportamiento de todos miembros, donde la
figura de un líder es fundamental, promover una buena comunicación entre el
conjunto de integrantes, trabajar por el logro de los objetivos comunes y
establecer relaciones positivas.
La cohesión de
un equipo de trabajo se expresa a través del compañerismo y el sentido de
pertenencia al grupo que manifiestan sus componentes. Cuanta más cohesión
exista, mejor trabajarán sus miembros y más productivos serán los
resultados de sus acciones.
Los roles del
trabajo en equipo se pueden definir por tanto siguiendo el esquema de las
‘5c’:
- Complementariedad
- Comunicación
- Coordinación
- Confianza
- Compromiso
Las
empresas se replantean su forma de trabajar…
Hoy en día,
lograr y mantener el éxito en las organizaciones requiere capacidades o
talentos de muchos profesionales, no sólo de un empleado en particular, por
ello, esta forma de trabajar basada en la cooperación de un conjunto de
personas, en la que todos los participantes aportan conocimientos, forman un
todo y son responsables de las metas comunes, es la más recurrida en cualquier
tipo de empresa.
Se puede afirmar
que es la mejor manera de fomentar un buen clima laboral ya que potencia la
motivación de los empleados y, por ende, la retención del talento, uno de los mayores retos hoy en día
en las organizaciones.
Por otra parte,
la competitividad del panorama laboral actual, así como su dinamismo y
flexibilidad, ha provocado que muchas empresas exitosas de todo el mundo hayan
tenido que replantearse sus estrategias internas y formas de trabajo para
permanecer en el mercado.
Las empresas han
descubierto que a través del trabajo grupal se consiguen mejores resultados,
más rápida y eficazmente, por tanto, la implantación de equipos de trabajo es
un hecho.
Saber
trabajar en equipo está muy solicitado
Las empresas,
valoran cada vez más, además de la formación de los candidatos o que sean
expertos en un determinado campo, otros aspectos imprescindibles para ser
competitivos y ofrecer un servicio que tenga un valor añadido. A nivel de un
auxiliar o a nivel de un responsable buscan implicación, proactividad,
liderazgo y buena gestión de equipos.
Frases como “se
valorarán competencias de buen trabajo en equipo” se incluyen dentro de los
conocimientos exigidos, se habla de “incorporación al equipo” en la mayoría de
puestos ofertados, es decir, es un requisito requerido para la incorporación al
mundo laboral.
Según los datos recogidos en el estudio Randstad Workmonitor, somos
conscientes de la importancia del trabajo en equipo y del aumento de
rendimiento que éste produce, pero también, detectamos la necesidad de que se
fomente dentro de las organizaciones.
“El
espíritu de equipo es lo que da a muchas empresas una ventaja sobre sus
competidores”, manifestaba George Clements.
Pero y tú, ¿consideras
esta modalidad de trabajo productiva?
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